Mirar con el corazón de
Cristo
Me he fijado
en el rostro de la gente por las calles. Sus preocupaciones y alegrías.
Todos buscamos lo mismo. En el fondo amar y experimentarnos queridos.
Curiosamente
algo tan sencillo y tan escaso.
A veces te encuentras a un viejo feliz, a un niño jugando y una religiosa joven con cara de mucha esperanza.
Nuestro mundo no es muy distinto a lo que vivieron otros.
Solo hay que
mirar con los ojos del corazón y atreverse a vivir con los sentimientos de
Cristo.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres