CAMINEMOS
JUNTOS
Caminemos
juntos, Señor, y cuando parezca que no te siento, que no te merezco, que no
estás conmigo, permaneceré con fe, sabiendo que la noche pasa.
No
quiero, Señor, que cuando bajes a consolarme, ya no me encuentres y viva
siempre en la tristeza de una herida de amor que jamás fue curada por tu
Presencia que sana.
Obispo de Coria-Cáceres