SILENCIO
Decía el
filósofo cristiano Kierkegaard: “el mundo está mal; si fuese doctor y me
pidieran consejo, les diría: ¡callad, haced silencio!”.
El
silencio es el lenguaje de Dios, el lenguaje de los enamorados. Es necesario
descubrir una y otra vez que el silencio es instrumento fecundo de la Palabra y
del gozo verdadero. Es mucho más el silencio que el callar. El silencio es
instrumento siempre para descubrir una profunda Presencia en el interior.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres