LA OVEJA NEGRA
Aunque
era oveja negra, su corazón era tierno y estaba abierta a la vida verdadera.
Cuenta la historia que un día se marchó del redil. Descubrió un boquete y huyó.
No pudo aguantar la tentación.
La noche
la cogió desprevenida y no supo regresar. Por todos los lugares anduvo sin
saber dónde iba. Tenía la libertad del Josá que se deja como libre, cuando va
vacío y sin rumbo por la ciudad. Desesperada balaba en la noche.
Cuando no
podía más y sentía que había lobos a lo lejos, llegó el buen pastor.
La había
buscado toda la noche. La llamó por su nombre y la cogió sobre sus hombros.
Cuenta la historia, que el pastor no cerró aquel boquete del redil por si se
quería volver a marchar.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres