jueves, 23 de julio de 2015

LA PISCINA DE SILOÉ EN JERUSALÉN

LA PISCINA DE SILOÉ EN JERUSALÉN



Me he acercado a la piscina donde Jesús sigue curando a paralíticos y a todos nos introduce en el Misterio del Amor que se ofrece incansablemente. Tirarse de cabeza con la confianza de que Jesús nos espera, nos alienta y nos transforma. La piscina nos sigue empujando a superar todas nuestras parálisis y el no quedarnos en nuestros miedos y en nuestras tristezas.


† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres