LA GRUTA DE LA VIRGEN DE LA
LECHE
Me he escapado a visitar
este sencillo santuario de la Virgen de la buena leche. La que amamantó al
Verbo encarnado. La que no le privó de ninguna caricia y ternura. Allí en aquella
gruta se pide por todas las mujeres que desean ardientemente un hijo y que no
acaba de llegar. Se anima a los esposos a pedir para que el Señor les regale el
don de la maternidad y de la paternidad.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres