CAÍA LA TARDE
A pesar de todo cuando caía
la tarde, me encontré con tu rostro dolorido. Me dijiste que la vida te ha
tratado mal. No eras capaz de articular palabra. Unas lágrimas caían abundantes por tu rostro.
Después del llanto se dio el paso a una serena paz. Caía la tarde y todo se
veía de otra manera.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres