INTERIORIDAD
Sin interioridad, sin
dedicar tiempo al corazón, a lo interior, al alma, se vive sin sentido, sin el
gozo de percibirse vivo. Muchos hombres y mujeres viven hoy de un modo
automático, sin la novedad de quienes desde dentro se siente vivo y abierto a
todos los matices de la vida.
Interioridad que en el país
de Jesús se estrena en calor y color de la esperanza. Es necesario volver a lo
profundo para servir por fuera.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres