UNA
IGLESIA EN SALIDA ES UNA IGLESIA SINODAL
Me encanta y disfruto viendo a la Iglesia
Diocesana convocar a una Iglesia en Sínodo. ¿Cuál sería la experiencia de una
Iglesia en salida en clave Sinodal? 1. Tenemos que alegrarnos de una Iglesia
Viva que es capaz de ofrecer y convocar. Otra cosa es que sean ofertas
coordinadas e inteligentemente realizadas. Pero, ¿no es una Buena Noticia que
nuestra Iglesia esté viva y se mueva, aún en medio de no pocas dificultades?
Porque si no se convoca a nivel diocesano, ¿qué es una Iglesia en salida? No es
verdad que esto es una apuesta por las periferias y por compartir nuestra
realidad, nuestras riquezas y pobrezas. 2. Vivir con gozo la pertenencia a la
Iglesia. Una Iglesia desalentada y “quejosa” aportará a los pocos que se
acerquen porque no vale la pena lo que ofrecemos. Una Iglesia en salida tiene
que ser una Iglesia que cuida a los que están, para que los que se acerquen
puedan decir lo que se decía de los primeros cristianos: “Mirad cómo se aman”.
3. Prioridad del Sínodo. Tenemos que ir poco a poco “adelgazando” las
actividades, quedando a las delegaciones, solo las “justas y necesarias” para
que sea el XIV Sínodo Diocesano un fruto maduro donde se viva la centralidad de
este primer Sínodo del siglo XXI y el acontecimiento eclesial más importante de
los últimos 30 años. Vayamos situando para el curso que viene las actividades
para que sea el Sínodo la prioridad, lo importante, y no antepongamos nada a
esta gracia eclesial que marcará, sin lugar a dudas, nuestra diócesis durante
los próximos años. Tenemos ahora, que entramos en la recta final de este curso
pastoral, donde se han dado grandes pasos para el Sínodo, que a partir de ahora
la formación de los grupos sinodales y su puesta en marcha sea lo prioritario.
Al curso que viene esto será lo más importante y decisivo. Sigamos caminando
juntos para buscar, renovar y fortalecer nuestra fe.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres