jueves, 12 de marzo de 2015

Un desierto sin camino

UN DESIERTO SIN CAMINO


Nos hemos parado subiendo a la ciudad santa de Jerusalén un rato en el desierto. El desierto de Judea es increíblemente bello en su austeridad. Probablemente existan otros desiertos más bellos, más espectaculares, sin embargo estos desiertos que vieron los ojos de Jesús es de una belleza y sugerencia total.

El desierto sin caminos aquella tarde nos hizo descubrir que Jesucristo es el Camino de la Vida verdadera. La tierra pobre del desierto me habla de caminar hacia la tierra prometida 

+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres