domingo, 22 de marzo de 2015

Nuestro Seminario nos llama a colaborar

NUESTRO SEMINARIO
NOS LLAMA A COLABORAR


Siempre en torno a San José la Iglesia celebra el Día del Seminario.
El Vaticano II dijo que el seminario es el corazón de la Iglesia. Es el corazón donde nos jugamos la vida. Nuestro seminario nos llama a colaborar, a que entre todos seamos capaces de sacar adelante esta institución que es la clave para poder tener sacerdotes que, con la celebración de la Eucaristía, el perdón de los pecados y la evangelización de los pobres, construyamos juntos una Iglesia Viva en salida para llevar a Jesucristo lo mejor de la vida.
¿Cómo podemos colaborar todos?
• Primero con la oración. Rezar por los que se preparan a
recibir el ministerio sacerdotal para que tengamos sacerdotes que “huelan a ovejas”. Hombres de profunda oración para que digan nuestra tierra cómo “sabe Dios”. Os animo personalmente en las parroquias, en los movimientos, en las asociaciones y cofradías a rezar por las vocaciones. Nuestro seminario goza de buena salud, pero necesitamos muchos más seminaristas para que podamos ir a las periferias, a los lugares y parroquias donde es más necesaria que nunca la presencia de sacerdotes santos, testigos de un amor que se hace cercanía a los que sufren. Cuidemos en todos los lugares, sobre todo en nuestro corazón, una plegaria para pedir constantemente por nuestros sacerdotes.
Pedir a nuestro seminario que os envíen un tríptico que ha editado para pedir cada día por las vocaciones, los sacerdotes, los seminaristas como apoyo y afecto. Es necesario que todos nos sintamos arropados y apoyados por la comunidad cristiana.
Ahora que estamos en el XIV Sínodo Diocesano es necesario que todos ejercitemos la corresponsabilidad, es decir, que cada uno, desde su vocación, desde su fidelidad al Bautismo, construyamos y transmitamos el Amor de Jesús a toda la humanidad.
Cuento con la vida Consagrada, con las contemplativas, con los religiosos y religiosas con los laicos para que, apoyando a nuestros seminaristas, caminemos juntos con Cristo.
• Por último, el seminario avanza con las obras “justas y necesarias” para que pronto los seminaristas puedan volver al seminario, ya que donde actualmente se encuentran, tanto el Mayor como el Menor, tienen muchas limitaciones por el lugar y el espacio.
Os pido a todos los diocesanos que hagáis un esfuerzo, es verdad que seguimos en tiempo de crisis y austeridad, para colaborar con nuestro seminario. La conversión también pasa por el bolsillo.
Es nuestra mejor inversión el colaborar con el seminario, que es más necesario que nunca para tener sacerdotes que nos den a Cristo. Convertir a los seminaristas en palabra viva, que sean padres, hermanos y amigos que nos conduzcan a la verdadera Vida.
Pidamos a María que nos ayude en nuestro seminario a seguir siendo semillero de vocaciones.


+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres