martes, 3 de febrero de 2015

TABOR

TABOR



He subido de día y de noche al Monte de la Transfiguración. Siempre he vivido el gozo de tu Presencia. Me he sentido “hijo amado” y la predilección de tu Corazón.
Aquellas preciosas llanuras que se contemplan hacia el lago Tiberiades. Abajo Naim donde resucitaste al hijo de la viuda de Naim.
Allí me sentí siempre como con “alas” para volar y después “bajar” del Monte de la Transfiguración, de la intimidad con Dios para bajar al valle de la desfiguración donde sufren nuestros hermanos.


+Francisco Cerro Chaves
  Obispo de Coria-Cáceres