jueves, 6 de febrero de 2014

Tempestad



Sabemos, Jesús,
que en la tempestad
siempre existe
el Refugio de tu Corazón
cuando llega la tormenta.
Déjame en la tempestad
atravesar y vencer el miedo
pues vivo con la confianza
de que tú vences los obstáculos
porque vives siempre
apaciguando todas
nuestras tempestades.
Amén.