Todos los días de mi vida
estreno el gusto de vivir.
Sin la oración
mi vida no tendría sentido,
no existiría en mi nada
duradero
ni el placer de la alegría
sencilla,
ni el mar de la esperanza.
Pasaría por esta vida
como al que le regalan
un microondas
pero no sabe las
instrucciones
y se queda sin saber usarlo.
Amén.