A veces confundimos “misterio” con “problema”. La Eucaristía es u n misterio, pero no es un problema. Más bien
la Eucaristía, junto con todos los misterios, son luminosos.
El
misterio nos ayuda a profundizar, los problemas nos bloquean.
El
misterio nos abruma, los problemas a veces son cargas difíciles de llevar.
El
Corazón de Jesús es el misterio que alumbra el camino de todo hombre. Es un
misterio lleno de luz. No es la oscuridad de un problema, es la luz que nos
lleva a orientar nuestra mirada según el Amor de Dios. Al contemplar el Corazón
de Cristo nuestra vida se ilumina. Es como si nos crecieran alas
Los problemas
nos introducen a veces en difícil salida, el misterio nos abre a la esperanza,
porque el Señor da suficientes pistas en nuestra vida para encontrarle. El
Corazón de Jesús es el misterio que inunda de amor la vida de cada persona y
nos ayuda a solucionar los grandes problemas de nuestra vida