martes, 29 de octubre de 2013

Corazón de María



Tu mirada serena es siempre una ventana que nos abre a la esperanza.
Tu corazón, como el de tu Hijo, siempre abierto,
nos recuerda que también nosotros
debemos abrirnos sin medida a la misericordia de Dios.
Madre, en esta vida ayúdanos a saber florecer
allí donde se nos siembre
y a dar la vida allí donde se nos necesite.