Me
encantan tus brazos abiertos.
Tus
ojos mirando con ternura a la gente.
¿Por
qué los hombres creen que estás lejos?
¿Por
qué dicen que no te interesa el mundo?
Tu
delicia es vivir cercano a todos
y
llenar el vacío insoportable del alma con tu Presencia.
Tú
eres al que siempre se puede encontrar…
En
el santuario, en la calle, entre los ordenadores…
Gracias
por haberte conocido.