(Orar con Mc. 9, 41)
Tener
caridad con todos. Tú nos dijiste que incluso el gesto de amor más
insignificante, dar un vaso de agua, no quedará sin recompensa. Tenemos que
creer de verdad que tus palabras se cumplen y en ellas debemos apoyarnos y
confiar.
Un
vaso de agua dado por amor. Todo debemos hacerlo por amor y así la vida se
transformará en un gesto continuo de amor.
Me
sorprenden, como siempre, tus palabras. Es increíble que estés tan pendiente de
nosotros. Cada latido del corazón debe convertirse en latido de amor. En
entrega de amor para la humanidad.