Aquel niño tenía la
belleza inmensa de quien recibe todo como un don y lo entrega con toda
sencillez. ¡Es tanto lo que aportan estos niños y niñas a nuestra sociedad! Su
don más inmenso es recibir en gratuidad y sembrar de amor hasta los ocultos
rincones del corazón humano.
Me conmovió
inmensamente. ¡Me aportó tanto a tanto cansancio acumulado en el alma...!