jueves, 4 de julio de 2013

Pedro, ¿me amas?


La pregunta siempre nos centra en el Amor.
Es el Amor el que ha llevado a los mártires a dar la vida, a los confesores a tratar de transmitir la fe con la vida, a las vírgenes a consagrar su vida con un amor que se entrega.
Pedro, ¿me amas?
El Señor le ha preparado un almuerzo. Me fío de un Dios que te prepara al amanecer un desayuno. Él está en los pequeños detalles con un gran amor.
Solo cuando amamos al Señor Él nos encomienda grandes amores como le encomendó su Madre a San Juan.
Si amamos al Señor no nos preocupemos, porque el Señor no nos esconderá nada.
La clave es siempre el Amor, es quererle con un amor que “entrega la vida” y sobre todo con un Amor que es capaz de transformar el mundo según el Corazón de Dios.
¿Qué respondemos cada uno de nosotros cuando, en la orilla de la vida, el Señor nos pregunta “me amas”?