Año de edición: 2013.
ISBN: 978-84-8353-543-1
Casi siempre el desierto es tierra seca,
árida, pobre. Es algo así como si se tratara de una imagen de nuestra propia
vida, de nuestro corazón.
Sin embargo, en “esa tierra” siempre es posible vivir con las grandes claves de la
vida cristiana. No olvidemos que “somos
peregrinos en el desierto de la vida” y que vamos al encuentro de la tierra
prometida, del Amor del Corazón del Señor. Por ello invito al lector a
descubrir los nuevos espacios de desierto que son nuestros Centros de
Espiritualidad en los que, desde el silencio, realizamos una oferta permanente
para reconstituir el espíritu a través del encuentro con Dios. Son como un
remanso de paz en medio del embravecido mar en el que vive la sociedad actual.
En definitiva, son verdaderos lugares de Evangelización, verdaderos lugares de
acogida. Son la realidad de lo que Jesús dijo: “Venid a un lugar a descansar”.
(De la contraportada
del libro)