Año de edición: 2005
ISBN: 978-84-7239-905-1
Simón, muerto en 1980, desarrolló todo su
ministerio en Barakaldo. No le conocí personalmente, pero sí he podido saber de
él por otros cauces. A través, por ejemplo, de sus hijas, las Misioneras
Seculares de Jesús Obrero, que él fundó, he percibido como en un espejo una
fisonomía espiritual caracterizada por su solera espiritual, trasunto de sus
largos años de estudio en la Universidad de Comillas y su cercanía al mundo
obrero al que pertenecía por nacimiento, afecto y vocación.
D. Simón fue uno de esos hombres que, no
pudiendo solucionar todas las carencias de su tiempo, sí dejó el mundo al morir
un poco mejor de lo que lo encontró. Por eso, porque como el Maestro, pasó
sencillamente “haciendo el bien”; y porque del corazón de su Cristo-Eucaristía
aprendió la compasión por los humildes, a la vez que sacó toda su energía y
gozo para sus tareas.
Felicito a sus hijas por esta biografía de
D. Francisco Cerro Chaves, y me felicito como obispo de esta diócesis al
reavivar la memoria de este eminente sacerdote que sembró la esperanza en una
sociedad tan necesitada de ella como la nuestra.
+
Ricardo Blázquez
Obispo
de Bilbao
(De la contraportada del libro)