TERCER
DOMINGO DE PASCUA.
18-4-21
Lc
24,35.48
Meditar
el evangelio con tres puntos.
Jesús resucitado en persona camina a nuestro lado y le
reconocemos
al partir el pan, como hicieron todos los discípulos de
todos los tiempos,
cuando descubren que caminando con El, nuestro corazón no
solo se
caldea, sino que arde de amor.
1. Ese ardor nos recuerda la promesa del Espíritu Santo, el
fuego de
Pentecostés que forma en nosotros los sentimientos del
Corazón
de Cristo y nos lanza a evangelizar.
2. El saludo es la paz, fruto del Espíritu Santo que junto
con el amor
y la alegría, son la prueba de algodón, de que Dios está
siempre
con nosotros y que vive en nosotros con la fuerza de su
misericordia.
3. Siempre estamos llamados a evangelizar, a llevar el gozo
y la
alegría del Señor a todos aquellos que nos encontramos en
el
camino de la vida.
+ Francisco
Cerro Chaves
Arzobispo de
Toledo, Primado de España