XXX Domingo del tiempo ordinario
25-10-2020
Mt 22, 30.40
A Jesús se le acercaba mucha gente. Su cercanía lo hacía cómplice. Su sabiduría atraía a muchos que desde distintas posturas buscaban lo que el Señor les indicaba. Eran preguntas del Corazón humano. A veces eran disputas de escuelas. Otras veces les encantaba el pegarse en la cresta unos a otros. Y le hacen a Jesús la pregunta del millón. ¿Cuál es el mandamiento principal de la ley?
1. Jesús remite al Escucha Israel... Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con todo tu ser. Es el Amor Absoluto que exige una respuesta absoluta. Es un amor exigente en la respuesta porque es un Amor que lo ha dado todo... Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único.
2. Semejante al primero es el amor al prójimo como a ti mismo. Por tanto, amarse a uno mismo desde el Amor de Dios, es saber que nadie puede dar lo que no tiene. Cómo vamos a dar paz, alegría, esperanza, entusiasmo… si no tenemos nada de lo que queremos dar. Cuidarse a uno mismo es invertir en un mejor servicio. Nadie puede dar lo que no tiene.
3. Jesús lleva a plenitud la Ley. Cita literalmente el mandamiento principal. Amarás al Señor... Y al prójimo como a ti mismo. Jesús siempre coloca en su sitio la revelación del Amor del Padre que se expresa en los mandamientos de la Ley de Dios. Jesús lleva a plenitud los mandamientos. Siempre la novedad es vivirlo con los sentimientos de su Corazón.
+ Francisco Cerro Chaves
Arzobispo de Toledo. Primado de España