XXXIII Domingo del tiempo ordinario
Mt 18, 15,20
La Corrección Fraterna Es Tan Difícil Necesaria Como, muy Difícil de hacerla bien. Cuando Jesús corregía lo hacía con la maestría y el amor de quien corrige poniéndose en el lugar del otro. Muchas veces nuestras correcciones fraternas son más desahogo personal de pegarle en la cresta, que propiamente enseñarle y educar en el arte de que cambie de conducta.
1. Mi experiencia es que pocas veces me han corregido bien.
Muchas veces no era el momento ni la intensidad. De hecho pocas veces me ayudó. Jesús es un Maestro en el arte de corregir bien.
Recordemos a Pedro herido que ha negado a Jesús tres veces y el Señor subraya que le sigue amando ... Apacienta mis ovejas.
2. La corrección fraterna necesaria en la vida de la Iglesia, de la comunidad, tiene que llevar el sello de la firmeza humilde, como una madre corrige a su hijo, como un padre médico interviene a en una operación delicada haciéndole el menos daño posible y siempre para sanar.
3. Es verdad que puede haber personas que no se dejen ayudar.Que no quieren cambiar ni rectificar su conducta. ¿Qué hacer entonces ?, Díselo a la comunidad. Sigue rezando por El. Tú tiene cumplido con tu misión. Sin culpabilidades tontas, que sepa que estas siempre abierto a la ayuda necesaria.
+ Francisco Cerro Chaves
Arzobispo de Toledo. Primado de España