Mt 4,1-11
Seguir a Jesús es asumir que seremos tentados. La
tentación forma parte de la vida espiritual. En el Padrenuestro pedimos no caer
en la tentación. No se pide no tener tentaciones, porque el consejo de la
Palabra es claro, el que sigue el camino de Dios será tentado.
1. La primera tentación es el consumismo. Elegir el tener más que el ser. El
diablo siempre es grosero. Mira que decirle a Jesús que haga un milagro a su
favor. Es verdad que no solo de pan vive el hombre, sino de la vida que brota
de su Palabra. La tentación solo se puede vencer sabiendo que la fuerza se
realiza en la debilidad.
2. Otra tentación que asalta al ser humano es el poder. Aquí también el
enemigo pierde los papeles. Le dice a Jesús que le adore a cambio de todo el
mundo. Se lo dará con esta condición, que le adore. El Señor no entra en su
juego. Le coloca en su sitio. Solo al Señor adoraras. Solo los que adoran a
Dios son libres del poder para aplastar a los hermanos. Al adorar al Señor nos
crecen las alas de la libertad y del amor; y el poder es servicio. Todo lo
contrario a lo que lleva al diablo, que siempre utiliza el poder para el propio
provecho y no para el servicio a los más vulnerables.
3. La gran tentación del corazón humano es el éxito. A Jesús también el
mentiroso y padre de la mentira, le quiere poner sobre las cuerdas y la salida
que le ofrece es el camino del éxito. Jesús elige el camino de la entrega sin
echarse atrás ante la cruz, que es siempre fecunda. Toda tentación es un
recuerdo que no podemos quedarnos en verdades a media y que necesitamos el
discernimiento para llegar a la vida en plenitud.
+ Francisco
Cerro Chaves
Arzobispo de
Toledo. Primado de España