Orar es vivir
Una oración que no unifica nuestra vida con la Trinidad, con Cristo en su Iglesia y con la gente que sufre, no tiene el sello de la oración cristiana.
Es la oración diaria la que armoniza nuestra vida y la hace escapar de la fragmentación a la que vivimos sometidos continuamente.
Orar es vivir. Vivir es tener paz. La paz es Jesus en el corazón ... Y este fruto siempre nos lanza a ser buena noticia para los pobres.
Obispo de Coria-Cáceres