Necesitamos rezar
La práctica de la oración es como aprender a tocar el piano, cuando dejamos de tocar un día notamos que perdemos agilidad y fuerza, cuando dejamos más días lo notan los que viven a nuestro lado que nos falta algo habitual y cuando dejamos de practicar una semana lo nota hasta el público.
No se puede dejar la
oración, ni un día, porque nos exponemos a perdernos.
Decía Santa Teresa de Jesús
que quien deja la oración se pierde y quien reza habitualmente siempre llega a
buen puerto.
† Francisco Cerro
Chaves
Obispo de Coria-Cáceres