Oración al Dios de la vida
Sin orar nos estancamos en una tristeza de muerte y no somos capaces de salir de nuestra profunda soledad.
Hay que hacer cada dia un éxodo, una salida, de nuestro egoismo enfermizo a la alegría de compartir con los pobres.
Esta es la tierra prometida de los que aman, servir desde nuestras pobrezas y a esto se llega cuando diariamente oramos al Dios de la vida.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres