Nuestra entrega desinteresada
A veces no te agradecerán tu entrega, pero te digo que vale la pena tu vida entregada.
Cuando te pongan contra la pared y te sientas incomprendido, sigue apostando por lo que siempre merece la pena.
Aún descubrirás que lo que sembrastes con lágrimas, con todo lo que lleva de dolor e incomprensión, resulta una fiesta de amor que no tendrá fin y que la primavera había sido el resultado de tu crudo invierno.
+Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres