UN NICODEMO DE NOCHE
Ha venido a charlar conmigo
alguien que tiene herido el corazón. Reconoce que le falta “algo”. Yo le hablo
de “Alguien”. Después de abrirme el
corazón me suelta a bocajarro: “Qué me falta todavía” La he escuchado
largamente. Al final me dice que una profunda paz inunda su alma. Volverá.
Estoy seguro, cuando en su vida vuelva la noche.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres