lunes, 17 de julio de 2017

SINODO-A LOS COFRADES

A LOS COFRADES


El  Obispo de Coria -Cáceres

 Queridos hermanos:
Desde siempre he manifestado mi valoración de la Cofradías, afectiva y efectivamente por todo lo que hacéis al servicio de la Iglesia Diocesana, a través de la religiosidad popular que expresa los sentimientos sencillos y humildes del corazón humano.
Sois muchos los cofrades que estáis participando en el Sínodo Diocesano y también me gustaría que fuesen muchos más, por eso quiero compartir con vosotros.
¿Os cuento el Sínodo?
Es el ejercicio de mayor corresponsabilidad que tiene el Obispo para, contando con todo el pueblo de Dios y caminando juntos con Cristo, buscar cauces de renovación y de respuesta a los retos que tenemos hoy de llevar a Jesús en un mundo cerrado a la trascendencia y donde vosotros podéis despertar el deseo que hay en el corazón humano del amor a Cristo y a la Virgen.
¿Qué pido como Obispo a todos los  Cofrades de la Diócesis?
Primero agradezco a todos los que participáis en el Sínodo que os sigáis tomando muy en serio este acontecimiento eclesial y su participación. A los que todavía no participáis, sobre todo a los que están en puestos directivos, os estáis perdiendo un acontecimiento eclesial único y de corresponsabilidad, que luego nunca podréis decir que la Iglesia diocesana no cuenta con vosotros para caminar juntos con Cristo. Os repito lo que les he dicho a otros cristianos de asociaciones y movimientos, no estar presente en el Sínodo es condenarse a terner poca  relevancia las cofradías en la Diócesis, en las parroquias. Sin una presencia de las Cofradías en el Sínodo vuestra realidad eclesial y presencia de  comunión  va a ser pobre.
Segundo. Vosotros tenéis una responsabilidad que no podéis mirra a otro lado. Impregnar toda la labor de la clave sinodal en las celebraciones, en las procesiones, encuentros cofrades es vuestra labor de servicio a los pobres. Ya sabéis lo que os he repetido muchas veces de que el sentido de una Cofradía antigua o moderna es la devoción a un  imagen expresión de nuestra fe, que se le da culto y se celebra como hermandad, fraternidad, comunidad y que nos lleva al servicio de los pobres. Sin esta dimensión social de compartir con los necesitados no sería una cofradía totalmente cristiana pues le falta una dimensión esencial de su fe, lsa caraidad.
Tercero. Sed cofrades de verdad, cimentados sobre la vida cristiana y experimentar una y otra vez que vuestra labor se realiza en la Iglesia y tenéis un servicio de evangelización que cada vez es más justo y necesario.
Por último junto al agradecimiento, el Sínodo puede ser un momento clave para insertaros y vivir la dimensión parroquial y el amor a la Iglesia diocesana.


† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres