¡¡¡¡LUCHAMOS CONTRA LA POBREZA!!!!
¿TE
APUNTAS?
Manos Unidas vuelve con su campaña con
una pasión por hacer llegar, especialmente a los más empobrecidos, un mensaje de
esperanza y de solidaridad. Desde el momento en el que nace Manos Unidas, siempre
se ha vivido con el convencimiento de que “otro mundo es posible”, como nos
recuerda el papa Francisco. Todas sus campañas han sido una puesta en escena de
que hay que luchar con pasión para que desaparezca el hambre y todas las
inmensas pobrezas, que parece increíble que todavía sigan, más que nunca, en
nuestra tierra. Hoy, con más énfasis que nunca, se hace justo, necesario y
obligatorio para todos los cristianos, luchar con todas nuestras fuerzas y con
toda nuestra vida para que desaparezca la pobreza, porque con
ello nos jugamos la credibilidad del ser humano.
Pero, ¿por qué tenemos que luchar
contra la pobreza que existe en el mundo?
Primero, porque toda la humanidad nos
pertenece porque hemos sido creados por Dios y somos hijos de Dios con la misión
de construir un mundo nuevo para que la solidaridad y el Amor tengan derecho pleno
de ciudadanía. Sin duda, es el Amor el que nos debe llevar a salir, como dice
el papa Francisco, “a todas las periferias”, físicas y existenciales,
donde anidan todas las pobrezas, especialmente el hambre, que es el mayor
escándalo en nuestra humanidad, porque lo que trasluce es que unos pocos lo
tienen todo mientras una inmensa parte de la humanidad muere de
hambre, de frío. Otros viven en medio del analfabetismo y carentes de los
recursos necesarios para tener una vida digna a la que es merecedora toda persona humana. Es
incomprensible que en el siglo XXI subsistan inmensas bolsas de pobreza en
numerosas zonas del planeta.
Por eso, hoy te hago la pregunta: ¿Te
apuntas a luchar contra toda pobreza que va en contra de los más elementales
derechos humanos?
Segundo, Manos Unidas nos convoca a todos
a no instalarnos en una queja estéril, en una crítica infecunda, en no hacer nada.
Es mejor encender luces de esperanza que maldecir la oscuridad. Por ello,
en lugar de pasarnos la vida echando la culpa a los demás, os invito a que todos
hagamos algo, aunque tengamos que dejar nuestro cómodo sillón. La colecta que realiza
Manos Unidas, así como todas sus iniciativas que tienen como objetivo poner en práctica
la campaña y su presencia en aquellos lugares donde se realizan los proyectos con la
recaudación obtenida en estas campañas, suponen un auténtico “balón de
oxígeno” en estos momentos tan difíciles. Hemos de convencernos de que la mejor
inversión siempre es la solidaridad. El dinero que se entrega a Manos Unidas y
que llega a través de la solidaridad de todos y cada uno de nosotros es siempre
el mejor dinero empleado. Por eso, este año os invito a todos a participar poniendo
todo nuestro interés para subir la recaudación, aunque todavía estemos en la
crisis. No olvidemos que por desgracia y por el momento, cada día crece más el número
de personas que carecen de casi todo. Participemos con generosidad contra la
pobreza. Apuntarse y colaborar es apostar por nuestros hermanos más
necesitados, por los derechos de la infancia, por los que viven por debajo de
todos los parámetros que exige la dignidad humana.
Por último, quisiera realizar un
llamamiento a los jóvenes a los que animo a participar, a caminar juntos con Cristo, para que
nuestra solidaridad no entre en crisis.
¡¡¡Queda tanto por vivir y por
hacer!!! Apuntaros a los grupos juveniles de Manos Unidas para que seáis, cada vez más,
los jóvenes que os impliquéis en este proyecto de Iglesia que es un servicio precioso
para la humanidad olvidada. ¡¡¡Cuento con vosotros!!!
No te quedes cruzado de brazos cuando
todavía queda tanto por hacer en pro de los más desfavorecidos de la tierra.
+Francisco
Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres