viernes, 24 de abril de 2015

¡SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO!

¡SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO!



Tomás no estaba con la Iglesia en el Cenáculo cuando Cristo resucitó. Luego sí que aprenderá que Cristo resucitado se hace presente en medio de la comunidad, en medio de la Iglesia.

Es necesario  que verdaderamente seamos capaces de tocar el Corazón de Cristo. ¡Señor mío y Dios mío! Es la respuesta orante del que adora el Misterio del Dios Vivo.
El Señor resucitado no quiere aparecerse sólo a Tomás en un rincón del Cenáculo, le exigió  que fuese en medio  de la comunidad cristiana, de la Iglesia ¡Cuántas gracias comunitarias nos perdemos por noestar en la comunidad eclesial.


† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres