¡SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO!
Tomás no estaba con la Iglesia en el Cenáculo cuando Cristo resucitó. Luego sí que aprenderá que Cristo resucitado se hace presente en medio de la comunidad, en medio de la Iglesia.
Es necesario que
verdaderamente seamos capaces de tocar el Corazón de Cristo. ¡Señor mío y Dios mío! Es la respuesta
orante del que adora el Misterio del Dios Vivo.
El Señor resucitado no quiere aparecerse sólo a Tomás en
un rincón del Cenáculo, le exigió que
fuese en medio de la comunidad
cristiana, de la Iglesia ¡Cuántas gracias comunitarias nos perdemos por noestar
en la comunidad eclesial.
† Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres