JÓVENES EN SÍNODO
JORNADA
DIOCESANA DE JUVENTUD EN ALMOHARÍN
La Jornada Diocesana de la Juventud de
nuestra diócesis de Coria-Cáceres es una realidad que cada vez está más viva, más nos llama a
la esperanza y nos lanza a lo que debe ser una opción preferencial diocesana: el trabajo
de infancia y juventud. Sin esta realidad no estaríamos apostando por llevar a Jesús de
los que depende el presente y el futuro. Sin jóvenes la Iglesia no puede presentar el
rostro de la actualidad del Amor de Dios. Los jóvenes nos lanzan a luchar para transformar el mundo
según el Corazón de Dios. La juventud es la época de la vida de las ilusiones,
de la esperanza, de la alegría. Renunciar a Cristo es como decía la canción de Celtas
Cortos “te haces viejo de repente”.
¿Cuál es el objetivo primordial de esta
Jornada Diocesana de la Juventud? No es solo una opción para quitarnos el complejo de los
números, pues no somos tan pocos. ¡Ves cómo todavía convocamos! Veamos los objetivos
principales:
Primer objetivo. Es
una fiesta de encuentro de los chicos y chicas de nuestra diócesis para que
caminando juntos descubran que tienen que renovarse para fortalecer la fe.
Todas las jornadas diocesanas tienen que subrayar el encuentro con Cristo en la
Iglesia que camina y vivir lo que se ofrece en lo objetivos pastorales.
Esta jornada tiene que ser la del lanzamiento
y la de la vivencia de que estamos en Sínodo. Es un momento de gracia, de
relanzamiento de una Iglesia Sinodal que quiere caminar juntos, y los jóvenes
deben ser cuidados y ayudados en su caminar.
Segundo objetivo. Es
celebrar la centralidad de nuestra vida, que es Cristo, muerto y resucitado y
que se celebra en la Eucaristía presidida por el obispo. Mirar a Jesús es salir
de nuestros miedos y complejos y lanzarnos a una evangelización para ir a las
periferias existenciales de los jóvenes, que a veces sin esperanza, sin trabajo
y cerrándose su futuro. No podemos nosotros no darles el tesoro de la
Iglesia que es Cristo.
Nuestra delegación organiza siempre estas
jornadas con gran despliegue de iniciativas y de buen hacer.
Son los mismos jóvenes los que se hacen
evangelizadores de los jóvenes, y en estas jornadas, unidos a sus pastores,
religiosos y religiosas, hacen esta oferta que se prepara y tiene continuidad.
¡Es la fiesta de los jóvenes cristianos!
Por último, por
todos los que estáis presentes en Almoharín.
Para muchos puede ser el inicio o reforzarse
en una fe que a veces tiene tantos altibajos. El encontrarse con chicos y
chicas de vuestra edad que caminan juntos, que son como vosotros
“personas normales” os ayudará a descubrir el
gozo y la alegría de ser cristianos.
Este año el Sínodo es una oportunidad y un
momento para plantearnos una presencia que nos invita a formar grupos sinodales
para continuar caminando juntos para buscar, renovar y fortalecer la fe.
+Francisco
Cerro Chaves
Obispo
de Coria-Cáceres