martes, 31 de marzo de 2015

LUGAR DE LAS TENTACIONES

LUGAR DE LAS TENTACIONES




Es una montaña desierta y rocosa. Allí el Señor estuvo cuarenta  días con sus cuarenta noches y al final con el hambre y el frío experimentó en su cuerpo la tentación. Las tentaciones del corazón humano se reflejan en las que sufre Jesús. La tentación del poder, del tener y del éxito.
La tentación del tener surge de las necesidades “Di que estas piedras se conviertan en pan”. Jamás el Señor hizo un milagro pensando sólo en sí. Sus milagros no sacian “su egoísmo” sino la entrega de su Amor.
La tentación del poder se desata en la grosería del enemigo “todo esto te daré  si me adoras” ¿Quién  es el tentador para ofrecer a Jesús, que es Dios, lo que es suyo?: ¿“el Poder y la Gloria”? Sólo pertenece al Omnipotente.

La última tentación  es la del éxito “tírate del pináculo del templo” y por éxito creeremos. El Señor no elige el camino del éxito sino el camino de la cruz. El éxito no es el objetivo principal de la vida cristiana.  

+Francisco Cerro Chaves
 Obispo de Coria-Cáceres