lunes, 31 de marzo de 2014

Adorar (4)



Penetrando en el tabernáculo de la intimidad con el Señor,
uno experimenta asombrado
la mirada de Misericordia de su Corazón Abierto.
Jesús Eucaristía no descansa de noche y de día,
para hacernos llegar a todos y a cada uno,
el gusto de quien ha conocido el Amor
y el Señor nos pregunta en la adoración:
¿Dónde está tu hermano?

viernes, 28 de marzo de 2014

Con la confianza de un niño



En mi última estancia en Roma, como siempre en San Pedro, estuve un rato rezando.
Un niño pequeño de rodillas, con su padre al lado, rezaba.
Me pareció una imagen muy hermosa de lo que es nuestra relación con Dios
Aquel rato se me pasó volando, Al contemplar al Dios de la vida también veía la vida de un niño que ponía sus ojos asombrados ante el Misterio. No es cuestión de creer que Dios es un jeroglífico. Qué bien que tiene corazón y se puede hablar con él, cara a cara, como habla un hombre con su amigo.
Así hablaban con Dios Moisés, Jacob, María… y este niño puesto de rodillas, muy serio él. Solamente balbucía al modo de Jesús que decía una y otra vez “Abbá”.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Nos ha tocado la lotería



(Orar con Jn. 1, 6-8.19-2)
El Anuncio de este texto evangélico es siempre saber que, desde el amor de Dios, nuestra vida no sólo tiene solución, sino que sabemos que la vida, vivida desde Dios, es siempre solución, desde el anuncio de la Buena Noticia que se llama Jesús.
Anunciar la vida es denunciar la cultura de la muerte. Anunciar la Navidad, o sea, que Dios se viene a vivir nuestra vida para que nosotros vivamos la suya, es saber que todo anuncio de vida es hoy un proyecto progresista. ¿Existe un avance más grande que proclamar un a la vida desde su concepción hasta una muerte digna? La vida no es una amenaza. La vida es la mejor noticia. Hay que proclamar con valentía y con alegría que, al conocer a Jesús, nos ha tocado la lotería, porque la vida, desde entonces, no tiene comparación. El anunciar, con la vida, el Dios cercano, es arrasar con todas las soledades que habitan en nuestro mundo lejos de Dios y del Evangelio. Sin Él nos esperan todas las soledades que son posibles en el corazón humano. Es necesario anunciar que Jesús es Dios con nosotros y, por tanto, el remedio a las grandes soledades que amenazan siempre nuestra alma, ya que no es bueno que el hombre esté solo, tiene a Jesús que nace en la Navidad.
Gritar, hoy, con todas nuestras fuerzas el Evangelio, proclamarlo con la propia vida, es el anuncio gozoso de que Dios vive con nosotros. Es el anuncio gozoso de que Dios ha puesto su tienda entre nosotros. ¿Acaso el Cristo vivo de la Eucaristía no es el antídoto a todas nuestras tristezas y soledades? Anunciar la luz que es Jesús es decir que denunciamos una sociedad que ha perdido el norte porque no le importa el sur del hermano pobre, ni la esclavitud, ni el hambre... Anunciar que Jesús es un derecho de la Humanidad es erradicar de la tierra lo que nos hace menos humanos y nos enfrenta con nuestros propios hermanos.
Juan El Bautista, al proclamar la cercanía del Mesías, el Dios, que su delicia es vivir con los hijos de los hombres, en el fondo, está apuntando a la solución de los grandes conflictos que aquejan a la Humanidad. El día que cumplamos sólo una parte del Evangelio, tendremos un mundo nuevo y una sociedad de hermanos. El cristianismo crea y forma peregrinos que saben a dónde van, saben el sentido pleno de la vida, conocen la meta de todos sus deseos que Dios ha puesto en el corazón humano. Nuestro mundo crea vagabundos, hombres y mujeres que no saben a dónde van, que no tienen claro ni de dónde vienen, ni a dónde se encaminan sus pasos. Camina, pero no sabe cuál es el objeto de su vida. El peregrino anuncia la Buena Noticia donde dirige su camino. Porque nos has hecho para Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descase en Ti, el mejor anuncio siempre será: anunciar que, como peregrinos, caminamos a Belén, a la vida que es Jesús, libres y alegres porque, anunciando la Buena Noticia, nos ha tocado la lotería.

martes, 25 de marzo de 2014

Adorar (3)



La manera más sencilla de sentirse en casa es la adoración.
Postrado delante del Absoluto experimento el latido de su corazón,
y, de rodillas,
contemplo su corazón Abierto como mi patria.
Sencillamente, y aunque no sienta nada,
delante de Él vivo en el gozo de saber
que soy inmensamente amado por Aquel
que se ha quedado, de noche y día,
con nosotros hasta el final de los tiempos,
como amigo que nunca falla

viernes, 21 de marzo de 2014

Las Hurdes



Tarde de lluvia en una visita pastoral.
Junto al fuego hablamos sin pausa con una familia tan buena y entrañable como sencilla.
Poco a poco cae la tarde.
La mujer, enferma, recibe la comunión mientras fuera sigue lloviendo.
Me estremezco ante tanta hermosura realizada de una manera tan sencilla.
Cuando volvía a casa, la escena de aquella mujer recibiendo a Jesús y el marco de una tarde de invierno seguía fascinando mi corazón.
Dios se revela en lo cotidiano, en lo sencillo.

jueves, 20 de marzo de 2014

Cómo saber esperar en tiempo de crisis


 (Orar con Marcos 13, 33-37)
Decía el Hermano Rafael que toda la ciencia de la vida consiste en saber esperar, pero ¿cómo saber esperar en los tiempos que nos ha tocado vivir? ¿Se puede tener esperanza en estos tiempos de crisis generalizada?
El Evangelio siempre es esperanza. Siempre es adelante, adelante, adelante. Las crisis son para creer y para poner nuestra esperanza en lo verdaderamente importante, que muchas veces es invisible a los ojos.
Hace unos días, visitando un centro de discapacitados, me impresionó una de las chicas que, al acercarme a ella, de pronto me dijo: Te estábamos esperando, gracias por venir. Aquí está la clave del Adviento y de todas nuestras vigilancias, que esperamos. Vigilar es saber esperar. Estar convencido de que, en medio de este mundo que tanto ama Dios, es necesario saber esperar y estar atento para convencernos de que los profetas de hoy y de siempre no son los que se quedan mirando por dónde se ocultó el sol, sino que saben descubrir por dónde volverá a amanecer.
A veces, podemos tener la impresión de que esto no tiene solución. De que cada vez se agudizan más los problemas. Incluso tenemos el peligro, los cristianos, de retirarnos a los cuarteles de invierno, por la que está cayendo. Sin embargo, la esperanza nos recuerda que el Velad, porque sabemos que el Señor siempre llega de improviso, es descubrir el gozo y la alegría de que nunca estaremos solos en esta aventura que es vivir, porque Él ha venido, viene y vendrá.
Es muy hermoso recordar cuántas veces ha venido por sorpresa el Señor a nuestras vidas. Siempre como Buena Noticia. Aunque, a veces, el inicio fue a través del sufrimiento. En cierta ocasión, escuché a un hombre de Dios algo que me impresionó, y nos recordaba que a él le daba siempre mucha paz: «Hasta estos momentos de mi vida, siempre, el Señor ha estado presente y ha suscitado esperanza. No me ha dejado nunca solo. Siempre ha caminado a mi lado. ¿Por qué no lo va a seguir haciendo en estos momentos, y siempre, como hasta ahora? Y siempre he recobrado la alegría». Esto es saber esperar en tiempo de crisis. Esto es, estando atentos y vigilantes esperando todo de su Amor, que viene a nuestro encuentro.
Algunas ventajas hemos de tener los creyentes. La esperanza es nuestra patria. La alegría, nuestra condición. Él vendrá y está viniendo a todos nuestros miedos, a todas nuestras oscuridades, a todos nuestros malos momentos. Lo importante es que siempre se acerca, como de puntillas, sin hacer ruido, y estampa en nuestro corazón, siempre, un beso de esperanza. No es difícil reconocerlo, hay que estar atento, vigilando en nuestro mundo, nuestro pequeño mundo, a veces, nuestro complicado mundo, de conflictos bélicos, de economías sumergidas, de crisis, de terrorismo salvaje. Él siempre nos acompaña y nos ayuda. La vigilancia es decirle, una y otra vez: «¡Qué bueno que viniste!» Y estrenar cada día el gozo de vivir y de ser feliz, porque Él viene puntual a la cita.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Adorar (2)



Tienes que descubrir que solo en la Adoración,
de noche y de día,
se fragua la Unidad verdadera
de los que seguimos a Jesús.
Llevamos en el corazón
todos los deseos y anhelos de la Iglesia que,
delante del Señor expuesto,
se los presentamos una y otra vez
porque sabemos que al Señor le conmueve
nuestra profunda pobreza

martes, 18 de marzo de 2014

Decálogo del asombro



1. Abro los ojos cada día y vivo asombrado por todo lo que contemplo.
2. Sigo estremecido ante un día de lluvia.
3. Soy feliz con las pequeñas gratificaciones de cada día.
4. Cada momento lo vivo con la alegría sencillamente de estar vivo.
5. Vivo con los ojos abiertos ante tanta belleza ofrecida.
6. Cada instante es una oportunidad para crecer.
7. Descansar en lo sencillo de la vida.
8. Mirar juntos los acontecimientos que me sobrepasan.
9. Aunque no lo creas, asombrarse es la única manera de vivir.
10. El verdadero asombro es como el vino, conforme pasa el tiempo no decae la calidad sino aumenta el sabor.

viernes, 14 de marzo de 2014

El joven rico



(Orar con Lc. 18, 18)
Acercarse a Jesús es demasiado peligroso. Su encuentro siempre es un “flechazo” que te cambia el corazón.
Aquel joven era muy religioso; se puso de rodillas. Es curioso que Jesús le pida que cumpla los mandamientos y subraye su relación con el prójimo.
Cuando Jesús le pide que le siga, que lo venda todo, que no mire para atrás, se va triste, se aleja su alegría, Y es que la tristeza es la patria de los que no siguen a Jesús.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Cuando nos dejamos mirar por el Señor, estrenamos cada día la alegría y el gozo de su Corazón. Seguirle no es una apuesta “voluntarista”. Es, sencillamente, seguirle desde nuestra pobreza, desde muestras miserias, desde nuestras carencias.
Comenzar el seguimiento de Jesús es más confiar en que “todo lo puedo en aquel que me conforta” y entonces descubrimos la alegría de seguirle.

jueves, 13 de marzo de 2014

Paz, paz. Pedir la paz.



Todavía guardo en mi alma
la herida inmensa que me produjo
aquélla noticia.
Una niña había muerto de miedo
en una de esas guerras que todavía duran.
¡Morir de miedo!
No se levantó más.
Se paralizó su corazón, su vida.
Desde entonces me cuesta
conciliar el sueño.
¿Es posible tanta maldad?
Nunca pude saber el nombre de aquella niña,
pero la lucha por la paz, desde aquel día,
es para mi especialmente urgente.
Por eso, Señor,
en mi súplica por la paz,
siempre cuento contigo.
Amén

miércoles, 12 de marzo de 2014

Adorar (1)



Adorar es mirarle y dejarse mirar;
adorar para encontrar
que Él siempre nos espera,
que no se cansa de esperar,
y al estar en el silencio de la adoración
me postro ante Él y descubro
que soy inmensamente amado
y que me envía al servicio de los más pobres.

martes, 11 de marzo de 2014

Decálogo del Buen Pastor



1. Es siempre el Corazón bello que ama hasta el final.
2. Cuida de las ovejas.
3. Sabe que el Señor te conoce.
4. Experimenta que tengo que vivir con  sus “mismos sentimientos”.
5. Buen Pastor es “Misericordia entrañable” que nos ha visitado.
6. Su Corazón  tiene secretos que como Puerta está abierta de par en par.
7. Nos busca por todos los caminos y no parará hasta llevarnos en sus brazos  junto a su Corazón
8. La bondad y la belleza es la persona del Buen Pastor, Jesús de Nazaret.
9. Aprendamos de Él a buscar la oveja perdida.
10. Amar de corazón es su talante.

viernes, 7 de marzo de 2014

En ti lo encontré todo



Son muchos los que preguntan
¿Dónde está tu Dios?
Algunos me dicen: ¡pobrecito!
Otros se ríen de mi.
Algunos me toman el pelo.
Pero, de pronto,
descubro sus vidas,
el desenlace de sus búsquedas,
y me aferro a Ti, Señor.
No quiero buscar más poder, como ellos,
ni más tener,
como los que me tachan de “pobrecito”,
ni buscar más placeres
para revolcarse en sus ganancias.
¡Y te aseguro, Señor,
que en Ti lo encontré todo!
Amén

jueves, 6 de marzo de 2014

La primera Navidad



¿Quieres que te cuente la primera Navidad de la historia?
Dios que se hace ternura, se nace Niño,
para que el hombre jamás tenga miedo a Dios.
Dios que te dice desde la cuna:
“Te quiero, y por ti
me he hecho hombre,
con todas las consecuencias,
para ser tu Redentor.”

miércoles, 5 de marzo de 2014

¿Qué nos dice la beatificación del Padre Hoyos?


La beatificación del P. Hoyos ha sido una gracia inmensa para la archidiócesis de Valladolid, para toda España y para el mundo.
¿Porqué? Porque la Iglesia reconoce que el P. Hoyos ha vivido las virtudes heroicas de la fe, la esperanza y la caridad, porque “entregó su vida”, y se unió a la Obra Redentora de Cristo con la entrega de su propia vida.
Es también una gracia y una tarea el saber que este jesuita de Torrelobatón (Valladolid), que vivió en lo que es hoy el Centro Diocesano de Espiritualidad del Corazón de Jesús, y es una exigencia inmensa de agradecimiento y de amor. Saber que a través de nosotros se sigue cumpliendo la promesa de reinar en el corazón de todos los que nos acercamos a beber de la fuente que brota del corazón abierto del salvador (cf. Jn. 19).
Por último es también una tarea que debe impregnar la diócesis, las parroquias, los grupos, los movimientos y en el Santuario y Centro de Espiritualidad, tiene esa misión desde que lo inició D. José Delicado. Sería un centro que tendría que hacer memoria, junto con el Santuario de la Gran Promesa, para que la tarea sea la de extender el amor de Dios hasta los últimos rincones de la tierra. Empezando por estas tierras y continuando hasta el último lugar de la tierra, donde tiene que llegar el Amor de Cristo.

martes, 4 de marzo de 2014

Decálogo de un buen amigo



1. Es un tesoro.
2. Se valora su presencia  en los peores momentos.
3. Nos alegramos con su presencia.
4. Nos hace felices con poco.
5. Nos escucha con humildad.
6. Corrige con amabilidad.
7. No lleva cuenta del mal.
8. Siempre está disponible.
9. No se cansa cuando le contamos lo de siempre.
10. Un buen amigo se parece al Corazón Vivo de Cristo, Amigo que nunca falla.